
Nota interior. De Walter Neff a Barton Keyes, jefe de reclamaciones. Los Ángeles, 16 de julio de 1938. Querido Keyes, supongo que verás esto como una confesión. A mi no me gusta la palabra confesión. Sólo quiero explicarte algo que no pudiste ver porque estaba ante tus narices. Te crees el mejor a la hora de ver un fraude y un verdadero zorro para averiguar declaraciones falsas. Puede que lo seas, pero vamos a hablar del asunto Dietrichson. Accidente y doble indemnización. Al principio ibas bien Keyes. Dijiste que no era accidente, cierto. Dijiste que no era suicidio, cierto. Dijiste que no era asesinato... cierto. Creiste que lo tenías todo, todo muy bien atado y resuelto. Era perfecto, excepto por un pequeño detalle, un pequeño error. Te equivocaste al acusar al asesino. ¿Quieres saber quién mató a Dietrichson? Agárrate fuerte a tu cigarro Keyes. Yo maté a Dietrichson. Yo, Walter Neff, agente de seguros, 35 años, soltero y sin señas personales. Hasta hace poco claro. Sí, le maté. Le maté por dinero y por una mujer. Y ni conseguí el dinero... ni la mujer. ¿Divertido, no? Todo empezó en el mes de mayo. Fue hacia finales de mayo...
