25 septiembre 2006

Los tres días del Condor


- ¿Puedo llevarle a algún sitio?
- Me gustaría volver a Nueva York.
- Allí apenas tiene futuro. Podría suceder así: un día irá a pasear, tal vez el primer día soleado de primavera. Un coche se detendrá junto a usted, se abrirá la puerta, y alguien que conoce, incluso en quien confía, bajará. Y sonreirá. Será una sonrisa simpática. Pero dejará la puerta abierta y se ofrecerá a llevarlo.
- Parece que me entiende bien. ¿Y qué sugiere?
- Yo le aconsejaría Europa.
- ¿Europa?
- Así es. El hecho es que mi profesión no está tan mal. Siempre hay alguien dispuesto a pagar.