Siempre habrá un cabrón con pintas que se crea más que tú. Que porque cobre una barbaridad y le hayan colocado donde no merece, se pasee a tu lado con las manos en los bolsillos, sin mirarte a la cara, porque está por encima de lo que representas.
Seremos transparentes para estos personajes hasta que necesiten algo de nosotros. Entonces te miraran con naturalidad, como dando lecciones, y empezarán a soltar frases sobre la vida y lo duro que es llegar hasta donde están.
Ni quiero sus consejos ni su dinero. No quiero ser un mierda que no mira a la gente de su trabajo y que sólo ve trajes y organigramas. No me hace falta su posición para saber lo que soy o quiero ser. Para estos, quiero seguir siendo transparente.
Por mucho que se luche y cambien las cosas, siempre estaremos los que protestamos frente a los que nos piden silencio. Mi empresa es una representación del mundo (como casi todas, supongo). Necesitamos una revolución o me tendré que pensar muy seriamente si merece la pena aguntar tanta tontería.
