28 noviembre 2006

El otro Casino Royale


La que es la 21 entrega de la saga Bond tiene una compleja historia detrás, pues no es la primera vez que se lleva a las pantallas. La novela del mismo título fue la primera del agente secreto, escrita en 1953 por Ian Fleming. A la CBS le gustó, y en 1954 la incluyó como un capítulo más de una serie televisiva titulada "Climax Mistery Theater", donde se produjo oficialmente el estreno de Bond (interpretado por un desconocido Barry Nelson). Tras la misma, se intentó llevar a la gran pantalla, pero no sería hasta 1962, cuando Saltzman y Broccoli compraron los derechos de las obras de Fleming e inauguraron las películas oficiales con Agente 007 contra el Dr. No. Sin embargo los derechos de Casino Royale estaban en manos de CBS, y como las películas del agente con licencia para matar, estaban dando mucho dinero, aprovecharon el filón para hacer una película usando el nombre original, pero al margen de la saga oficial de Saltzman y Broccoli.


Así es como nace en 1967 Casino Royale. Producida por Charles k. Feldman, intentaron crear una comedia del personaje de Bond, para lo que contaron con David Niven (Bond retirado), Peter Sellers (su sustituto) y Woody Allen (su sobrino Jimmy Bond), todos ellos interpretando al agente secreto. Pero es que además la cinta tenía pequeñas apariciones de gente como Orson Welles (haciendo de malo), Ursula Andress (chica Bond), Deborah Kerr, William Holden, Charles Boyer, Jean Paul Belmondo y del propio director, ni más ni menos que John Houston. Por supuesto la cinta resultó más cara incluso que los films de Bond de entonces, y fue un rotundo fracaso.


Como fiel seguidor de los señores Allen y Sellers, en cuanto supe de la existencia de la misma me la compré. Digamos que se les fue un poco de las manos, porque es la clásica película llena de tópicos del agente secreto, pero en plan comedia disparatada, rozando casi la verguenza ajena. Sin duda lo mejor la breve aparición de Woody Allen. Hasta ahora gozaba de ser, junto a Nunca digas nunca jamás, las únicas dos películas de Bond no oficiales. Pero como es sabido, los herederos de la familia Broccoli han querido recuperar al primero de los Bond, aquel que en teoría marcaba el estilo del personaje, para la nueva película recientemente estrenada.
Y no falto de polémica han elegido al señor Daniel Craig para encarnar al agente secreto. Aunque parezca lo contrario, a mi esta saga no me interesa lo más mínimo. Me parecen películas de hace 30 años, que no han evolucionado, se han encasillado en historias faltas de originalidad y acción. Yo hubiera mantenido la época, para darles un toque clásico, pero llevar el personaje a nuestro días me resulta poco creíble y muy aburrido. Por eso me gustó la idea de Casino Royale, porque se reía de todo este mundo (con mayor o menor suerte). A los seguidores de la saga tampoco parece gustarles la elección del protagonista, y existe incluso una web: http://www.craignotbond.com/ para recoger todas las críticas. Si me quedo con alguno, yo sigo siendo de Connery (haciendo de Bond y en casi todo lo que vino después).