16 noviembre 2006

Solas


Antes cuando una obra de teatro tenía éxito, se acababa llevando a la gran pantalla. Ahora la moda es hacer lo contrario, y llevar a las tablas buenos guiones de cine. Un buen ejemplo de esto es Solas, de Benito Zambrano. Dirigida por José Carlos Plaza, e interpretada en los papeles principales por Lola Herrera, Natalia Dicenta y Carlos Álvarez-Nóvoa, mantiene en todo momento la calidad de la película.

Porque sabe captar la sensación de soledad incomprendida, compartida, de vacío, de desamparo de sus personajes. Y porque cuenta con unas interpretaciones dignas de María Galiana y Ana Fernández. Herrera y Dicenta, madre e hija en la vida real, bordan los papeles. Repite Álvarez-Nóvoa, en el papel de vecino entrañable que todos querríamos tener.

La puesta en escena está muy conseguida, iluminando la trama principal a la par que muestran en segundo plano, la vida cotidiana de los otros personajes, y sin muchos alardes de medios consiguen adaptar toda la historia, sin cambiar casi nada. Porque no hacía falta, ya era una historia buena, en la que te reconoces por momentos, y sufres como ellos. En la que te sientes impotente frente a su soledad.