21 septiembre 2006
Camino...
... con pasos firmes e inseguros. Firmes porque sé lo que estoy haciendo y lo que quiero hacer. Inseguros porque no sé a donde me conducen. Entro en una playa llena de corrientes y oleaje. Me gusta bañarme pero me da miedo. La última vez que entre en una playa así tuve que nadar hacia la orilla sin mirar lo que dejaba atrás. Creo que le he cogido miedo al agua, me impone mucho respeto. Por un lado sé que me ilusiona llegar lejos y disfrutar una puesta de sol fundido en el horizonte. Por otro lado me siento seguro en la playa y me limito a jugar en el borde.
Sé que no puedo estar así mucho tiempo. Pero tampoco encuentro el momento de decidirme. No quiero volver a equivocarme. Si tuviera que volver a nadar hacia la orilla seguramente me ahogue en el intento. Necesito adentrarme con todas las consecuencias. Miro el horizonte y me enamoro de su color, de lo que estará por llegar cuando me decida. Me gustaría ser otra persona que piense menos las consecuencias y se lance sin miedo a los proyectos. Me temo que me falta valor o me sobra comodidad. Espera un poco. Intentaré no hacerte más daño.